Tus brazos siempre se abrían cuando quería un abrazo, tu corazón comprendía cuando necesitaba una amiga, tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección, tu fuerza y tu amor me guiaron, y me dieron alas para volar. Gracias Mama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.